Últimas películas y problemas de salud
Después
de Some Like It Hot, la actriz firmó un nuevo contrato con la Twenty Century Fox.
Actuó en 1960 en el musical Let's
Make Love (El multimillonario), bajo la
dirección de George Cukor.
El rodaje de la película se retrasó por las condiciones físicas de Monroe y
porque, a petición de ella, el guion fue reescrito por Arthur Miller. Los cambios que realizó el dramaturgo hicieron que Gregory
Peck rechazara encarnar el papel principal del
filme; Cary Grant, Charlton
Heston, Yul
Brynner y Rock
Hudson también rechazaron el papel, por lo que el
estudio se lo ofreció al actor y cantante francés Yves
Montand.
Monroe y Miller se hicieron amigos de Montand y su esposa, la actriz Simone
Signoret. Cuando Signoret regresó a Francia para
filmar una película, Monroe y Montand tuvieron un breve romance, estando ambos
casados. Si bien ella le pidió a él que abandonase a Signoret, cuando el rodaje
terminó, él volvió a su país con su esposa. La película tuvo críticas negativas y no le fue nada bien financieramente.
Durante este período, la
salud y el estado emocional de Monroe se fue deteriorando notablemente. Con
frecuencia llamaba por teléfono al Dr. Ralph Greenson, su psiquiatra y psicoanalista, en las noches para
combatir su insomnio. También visitó a otros médicos cuando él creía que era
necesario recetarle nuevos fármacos.
En
el año 1960, Monroe formó parte del elenco de la película The Misfits (Vidas
rebeldes), de John
Huston, cuyo guion fue escrito especialmente por Arthur
Miller para ella. La actriz interpretó a Roslyn, un
personaje que su esposo calcó de situaciones, diálogos y momentos de su vida.
El elenco incluía, entre otros, a Clark
Gable, Montgomery
Clift y Thelma
Ritter. La filmación comenzó en julio de ese año y se
llevó a cabo en el desierto de Nevada.
El estado anímico de Monroe no era bueno; faltaba con frecuencia al rodaje,
tenía dificultades para poder concentrarse y para dormir consumía fuertes dosis
de fármacos y alcohol.
En
el mes de agosto, la actriz fue hospitalizada de urgencia en Los
Ángeles durante diez días. Los periódicos indicaban
que la actriz estaba cerca de la muerte, pero no revelaron las causas de su
internamiento. Después de esto, Monroe regresó a Nevada y terminó de filmar la película. En noviembre, la actriz y su esposo regresaron separados a la ciudad de Nueva
York y ella se refugió en casa de Lee
Strasberg.
The
misfits fue mal recibida por los críticos, pero la
actuación de Monroe, al igual que la de Gable, recibió críticas muy positivas.
En una entrevista, Huston dijo: "Marilyn excavó dentro de sus propias
experiencias personales para sacar a la superficie algo único y extraordinario.
No tenía técnica de actuación. Era todo verdad, era solo ella".
Durante
los siguientes meses, la adicción de Monroe a los fármacos y al alcohol la
pusieron al borde de la muerte nuevamente. El 20 de enero de 1961, se divorció de Miller. En el mes de febrero ingresó en
la clínica psiquiátrica Payne Whitney, experiencia que luego ella misma
describió como «una pesadilla». Después logró comunicarse con Joe
DiMaggio, quien hizo que la trasladaran de esa clínica a un
hospital normal. Su delicado estado de salud le impidió trabajar el resto del
año.
En
1962, Monroe regresó a la actuación protagonizando, junto a Dean
Martin, la película Something's Got
to Give. Al momento de comenzar el rodaje, la actriz
estaba muy delicada de salud, con frecuentes sinusitis, bronquitis y
síntomas cada vez más marcados de inseguridad. La 20th Century Fox confiaba en
este proyecto para sanear su economía, ya que la empresa amenazaba quebrar,
debido a los desmesurados gastos que le generó la película Cleopatra.
El 19 de mayo del mismo año tuvo lugar, en Nueva York, la gala por el
cumpleaños del entonces presidente estadounidense John
F. Kennedy, en la que Monroe le cantó el "Happy Birthday
Mr. President". Para acudir a esta gala, la actriz se
ausentó durante siete días del rodaje, a pesar de que el estudio le exigió que
se quedara para cumplir con su trabajo.
Luego,
Monroe retornó al rodaje de Something's Got to Give y filmó
las escenas en las que se mostró desnuda en una piscina. Estas imágenes
aparecieron en la portada de la revista Life,
tras lo cual comentó que quería «...sacar a Elizabeth
Taylor de las portadas de las revistas». Por sus
retrasos y repentinas ausencias del rodaje, fue despedida. La Fox
intentó completar la película utilizando a otra
actriz, pero Dean Martin se
opuso, por lo que a la cinematográfica no le quedó más remedio que readmitirla.
En junio del mismo año, realizó la que sería su última y más recordada sesión
fotográfica titulada póstumamente The last sitting, programada
originalmente por la revista estadounidense Vogue y
retratada por el fotógrafo Bert
Stern.
Después
de que la readmitieran, Monroe retomó las negociaciones con la productora para
discutir su futuro profesional.
El estudio tenía pensado para ella retratar a Jean
Harlowen una película biográfica,
después filmada por Carroll
Baker. También quería que actuara en las comedias: Irma
la Douce, What
a Way to Go!, ambas luego protagonizadas
por Shirley MacLaine,
y Kiss Me, Stupid,
más tarde protagonizada por Kim
Novak. El acuerdo al que llegaron estableció que recibiría un millón de dólares por
película y que tenía la libertad de elegir director y coprotagonistas.
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